Un año después del incendio en la Vall d’Ebo: lucha contra la despoblación y el abandono de cultivos
Antecedentes del incendio
Alicante, (EFE).- Un año después del devastador incendio que calcinó más de 12.000 hectáreas forestales en los alrededores de la Vall d’Ebo, en la comarca alicantina de la Marina Alta, el municipio trata de combatir la despoblación y el abandono de cultivos mientras espera la materialización de las ayudas prometidas.
La zona del ‘Frigalet’ de la Vall, conocida por su abundancia de pinos y densa vegetación, fue donde se inició el incendio el 13 de agosto de 2022, originado por un rayo durante una tormenta eléctrica. El incendio obligó a desalojar a un millar de vecinos de los municipios cercanos.
Andreu, habitante de Benirrama, recuerda el desalojo repentino y expresa la tristeza que sintieron debido a la importancia que le dan a la sierra.
Muchos vecinos también recordaban un incendio anterior en 2015 y lamentaban que no se hubiera mejorado la supervisión de las áreas abandonadas y de riesgo después de esa experiencia.
Los equipos de extinción pudieron apagar todos los focos del incendio once días después de su inicio, el 23 de agosto. Aunque no hubo víctimas, el incendio causó graves daños medioambientales y económicos en la Marina Alta, afectando a los pequeños núcleos urbanos que dependen del turismo rural y luchan contra la despoblación.
La antigua alcaldesa de la Vall, Leonor Jimenez, destaca las precarias condiciones de las infraestructuras en las localidades afectadas.
Lo que han dejado ver las llamas
La despoblación y el abandono del campo son los principales obstáculos para el desarrollo de lugares como estos, que cuentan con hermosos paisajes pero poco más.
El relevo generacional en la agricultura, la principal actividad después del turismo, y el aumento de los precios de los insumos agrícolas dificultan la subsistencia de los pequeños agricultores.
Algunos vecinos han perdido la ilusión de cultivar sus tierras después del incendio, como Pep, quien había plantado almendros hace aproximadamente un año.
Ayudas con un año de tramitación
Las ayudas aprobadas por el Consell de la Generalitat para los incendios del último verano ascienden a 4,3 millones de euros.
La alcaldesa actual de la Vall d’Ebo, Sara Moll, explica que todas las ayudas para la recuperación de los campos aún están siendo tramitadas y que esto puede llevar hasta noviembre. Algunas personas ya han invertido dinero de su bolsillo porque no quieren esperar un año para recibir las ayudas.
Moll también destaca la importancia de que las ayudas tengan continuidad a largo plazo para mantener las tareas de prevención de incendios y evitar la despoblación.
Según el último informe del Instituto Valenciano de Estadística, el 31,8 % de las localidades de la Comunitat Valenciana están en riesgo de despoblación. En la comarca de la Marina Alta, los municipios afectados han perdido más de la mitad de sus explotaciones agrícolas en las últimas dos décadas.
Oportunidad y desgracia “se escriben igual en chino”
A pesar de todo, un año después del incendio, los vecinos y trabajadores están haciendo esfuerzos para devolver la vida a la zona. La asociación sin ánimo de lucro ‘Ebo Viu’ está limpiando las sendas y llevando a cabo iniciativas para luchar contra la despoblación.
Vicent Mateu, miembro de la asociación, destaca que en chino la palabra desgracia y oportunidad se escriben igual. Asegura que el incendio ha permitido descubrir los campos ocultos y ahora se pueden cultivar una vez limpios.
Gracias al trabajo conjunto, la montaña muestra signos de regeneración y se están recuperando diversas especies vegetales. Aunque el proceso llevará tiempo y paciencia, la Vall d’Ebo está intentando recuperarse y mantener su esencia como «pulmón» de la comarca.
Fuente: Agencia EFE