Un varón ha sido condenado a 31 años de prisión por violar, quemar, humillar y amenazar a su pareja en repetidas ocasiones, a la que golpeaba con un cinturón, le tiraba agua helada y le propinaba patadas, según ha recogido la sentencia de la Audiencia de Castellón.
Al parecer, entre otras prácticas, el condenado llegó a meterle en la boca el cañón de un revolver a la víctima, para jugar a la ruleta rusa como «castigo» al entender el agresor que elle le estaba siendo infiel.
Por tales motivos, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado al hombre por delitos de agresión sexual, uno de ellos continuado, así como dos delitos de maltrato, otros dos de amenazas, y otros tantos de coacciones, lesiones, tenencia de armas prohibidas y trato degradante.
Además, la Audiencia de Castellón recoge que el agresor tendrá que indemnizar a la víctima por cuna cuantía de 70.000 euros en concepto de daños morrales, y otros 900 euros adicionales por las lesiones físicas que este le provocó.
Humillación, sometimiento y terror
El agresor y la víctima se conocieron en el año 2019, cuando ambos trabajaban en la misma empresa, para iniciar posteriormente una relación sentimental de convivencia en una vivienda abandonada de Castellón.
Según informar fuentes judiciales, las agresiones se hicieron presentes desde el primer momento de la relación, cuando la obligaba a a desnudarse para comprobar si había mantenido relaciones sexuales con otros hombres. En varias ocasiones le ató también las muñecas y los tobillos con cinta americana, para interrogarla sobre supuestas infidelidades, mientras le golpeaba con un cinturón, le tiraba un cubo de agua fría o le daba patadas.
La resolución mantiene que, durante los meses que duró la relación, cuando ambos no coincidían en turno en el trabajo, el hombre la obligaba a quedarse en el coche, que aparcaba en el centro laboral, de donde no la dejaba salir y a donde acudía de forma periódica para controlarla.
En el mes de noviembre, el condenado acusó a la víctima de haber mantenido relaciones sexuales con un perro, la inmovilizó y la violó en la vivienda que compartían.
Poco después, en enero de 2020, tras expresar sus sospechas sobre una infidelidad, la obligó a desnudarse y le metió en la boca un revólver y accionó el gatillo, sin que la pistola llegara a disparar. El mismo día, le quemó la mano, le acercó la cabeza al fuego de la cocina y le provocó así quemaduras en parte del pelo.
La mujer pidió auxilio en enero del 2020
El 13 de enero de ese mismo año, ambos circulaban en coche por las inmediaciones de la Ciudad de la Justicia de Castellón cuando el hombre amenazó de muerte con un machete a la mujer, que conducía el vehículo, redujo la velocidad, se arrojó a la calle en marcha y pidió ayuda. La víctima fue auxiliada por los miembros de la Guardia Civil del Palacio de Justicia, que detuvieron al agresor.
La sentencia, que cuenta con el voto particular de uno de los magistrados de la Sala, no es firme y se puede recurrir ante la Sala de lo Civil y Penal de Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.