El Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof) ha comunicado que los pacientes que acudana una farmacia valenciana a hacerse un test de antígenos tendrá que pagar por el servicio de observación y asistencia que le ofrecen durante la realización del autotest
Esto, en palabras de la Conselleria de Sanidad, es una decisión «unilateral y exclusiva» del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, ya que cobrar por el servicio no está incluido en el acuerdo ni fue planteado por ellos en ninguna de las conversaciones realizadas para poner en marcha este servicio.
Sin embargo, la decisión no ha sentado demasiado bien entre la población, puesto que no hay un baremo de precios establecidos y estos variarán según el coste que suponga el servicio a la botica, lo que pueden disparar sus costes.
Hasta este lunes han mostrado interés inicial en el programa alrededor de 350 farmacias de las 1.242 que hay en la provincia de Valencia, según las fuentes de la entidad colegial, que señalan que tras conocer el protocolo podrían sumarse más de forma gradual.
El acuerdo prevé que los test de antígenos podrán hacerse presenciales en las oficinas de farmacia y, en el caso de ser positivo, el establecimiento lo comunicará a la Conselleria de Sanidad.
El registro de datos personales por parte de la oficina de farmacia se hará siempre que la persona que se somete al test lo desee; por ello, se solicitará el consentimiento de los usuarios en todos los casos.