Felipe VI ha clausurado la asamblea de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), que se ha celebrado en el Paranimf de la Universitat Jaume I. El monarca ha visitado la infraestructura universitaria y ha comentado que la industria azulejera supone una gran baza para hacer frente a la recuperación económica post-pandémica. Paralelamente, un grupo de manifestantes ha declarado con cánticos y sonoros gritos su descontento ante el sistema monárquico, lo cual ha terminado con cargas policiales.
«La policía tortura y asesina»
«La policía tortura y asesina». Este ha sido uno de los cánticos más recurrentes entre los manifestantes, que a empujones, han tenido que expresar su descontento fuera de perímetro del Campus Universitario. Ahí, el cuerpo policial ha logrado neutralizar a al menos 30 personas para evitar sus cánticos. De este modo, se podía observar una línea de varios agentes policiales, detrás sus furgonetas y más hacia atrás, contra las vallas del recinto universitario, estos manifestantes hacinados.
Un testimonio representante
Marc Cano, un manifestante, explica su angustioso caso y como lo ha retenido la policía. «Estábamos mi amiga y yo apartados de la concentración en una acera situada al lado, ha venido un agente y nos ha dicho que despejáramos la acera», introduce el estudiante. Acto seguido el policía «ha rectificado y me ha dicho ‘No, mejor deme su DNI‘, cuando no estábamos haciendo literalmente nada», denuncia el manifestante.
Asimismo, Cano agrega que su amiga iba con una cámara y los agentes le han preguntado si era de prensa. «Le ha dicho que no y le ha pedido el DNI también», resuelve. «Mi amiga estaba de prácticas haciendo fotos de la concentración por orden de la propia universidad», revela Cano que finalmente anuncia la confiscación de los dos DNI y que han tardado «muchísimo rato en devolverlo».
De hecho, Cano señala que se siente frustrado porque «ni si quiera los estudiantes en nuestra propia universidad podemos manifestarnos pacíficamente». Ha mencionado, además, que durante las cargas ha pasado «miedo y confusión». Y es que «se supone que las fuerzas del estado tienen que estar para que te sientas seguro y en ese momento me sentía de todo menos eso», completa el manifestante.