Los órganos judiciales de la Comunitat Valenciana registraron un aumento de casi el 51,2% en demandas de disolución matrimonial, coincidiendo con el fin del confinamiento causado por la pandemia mundial del covid-19.
Durante el confinamiento, las demandas de divorcio se detuvieron debido a la paralización de la actividad judicial no urgente, por lo que se produjeron números a la baja, sin precedentes históricos.
Sin embargo, en el segundo trimestre de 2021, a los juzgados valencianos llegaron un total de 3.175 demandas de disolución matrimonial, casi un 51,2% más que en el mismo periodo de 2020, donde se registraron un total de 2.100.
El servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial, encargado de recopilar estos datos, aseguro que este incremento está en marcado, aunque parezca una contradicción, dentro de una tendencia decreciente.
Esto es así porque, comparando los datos con el año 2019, se ha producido un descenso del 9,1%, puesto que aquel año se contabilizaron 3.494 rupturas matrimoniales judicializadas entra abril y junio.