La Guardia Civil ha intervenido un total de 5.610 botellas de whisky y ha detenido a veintiséis personas en siete provincias, entre ellas Alicante. El alcohol había sido adulterado y ya estaba preparado para su venta.
La botellas modificadas iban a ser introducidas en el mercado bajo la etiqueta de una prestigiosa marca. La actuación policial se ha llevado a cabo bajo un operación enmarcada en su labor de protección de la seguridad alimentaria.
La operación se ha desarrollado en Alicante, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jaén, Murcia y La Rioja, lugar este último donde radicaba la empresa que preparaba y embotellaba la mezcla alcohólica fraudulenta.
Para vender las bebidas alcohólicas, utilizaban precintas fiscales falsas, botellas de vidrio, etiquetas y tapones falsificados de la marca de whisky que hacían pasar por legítima.