Han pasado unos años desde que la oscarizada película Parasite (2019) del director Bong Joon-ho se estrenó en cines. A estas alturas la intención no es hacer una crítica de la cinta, sino hacer un pequeño análisis a través del lenguaje cinematográfico de los espacios arquitectónicos que se han usado en la película como una herramienta narrativa. Me imagino que los lectores y las lectoras que se han interesado en este artículo han visto la película porque si no es así, sería una tragedia perderse la experiencia ya que se encontrarán con varios spoilers.
La carta de presentación de los personajes son sus viviendas, que toma un papel activo en la película como elemento de identificación de las familias. La familia Kim vive en un semisótano y la familia Park en una mansión donde se desarrollará gran parte de la trama. Además, hay otro espacio arquitectónico como es el búnker, que forma parte de la mansión de los Park, que aparece en el segundo tercio de la película.
EL SEMISÓTANO DE LA FAMILIA KIM
La primera escena que aparece para dar a conocer a la familia Kim es su hogar, un semisótano en un barrio humilde de Seúl, una forma clara y sencilla de representar su clase social. La ventana que más iluminación proporciona al interior de la vivienda está a ras de suelo en el salón/comedor que da a la calle principal. Desde el principio el espectador nota la pobreza que hay en ese hogar, con una iluminación pobre y artifical. Esto es una clara metáfora de lo que representan los Kim. Su hogar se siente asfixiante como la opresión que sufre su clase social.
Al principio de la cinta se muestra que esa familia vive en unas condiciones insalubres porque en cierto momento, un operario está desinfectando y fumigando esa misma calle provocando que el vapor entre por la ventana. Esto es debido a que en la casa de los Kim hay una plaga de chinches y el padre quiere aprovechar esos residuos para desinfectar el hogar.
Los semisótanos son viviendas comunes en Corea del Sur y se les conoce como Banjihas. Suelen ser cuartos de dimensiones pequeñas que se encuentran en edificios bajo tierra que se hicieron comunes a partir de 1970. En principio, se empezó a regular este tipo de espacios cuando en 1968 tras el Asalto a la Casa Azul, se intentó asesinar al presidente de por aquel entonces Park Chung-hee, generando que este tipo de construcciones se hiciesen como refugio en caso de una invasión norcoreana.
La atmósfera que se recoge por culpa de la pésima ventilación de la banjiha tiene su importancia en la película. El olor es determinante, sobre todo al final que es cuando ocurre la catarsis del padre de los Kim. No es que huela mal porque no se baña, es porque “huele a metro”, huele como una persona común. Por mucho que la familia Kim cuide su higiene personal, nunca van a poder desprenderse del olor que impregna su hogar. Es como una forma de estigmatizar y categorizar su identidad social: el obrero seguirá siendo obrero y sufriendo la precariedad por mucho que intente aparentar o aspirar a un estilo de vida que no va acorde con su realidad.
El diseñador de producción Lee Ha Jun vivió en un semisótano en su etapa como estudiante, por lo que no le fue difícil representar esa experiencia al crear el semisótano. Cuando comentó este hecho en una entrevista tras la gala de los Oscar, lo que más le impresionó en ese tipo de viviendas es la colocación del retrete que estaba en una posición elevada. Este detalle que ha resultado ser muy representativo de la película aparece en su diseño de la banjiha.
Por otra parte, el entorno urbano también se utiliza como elemento narrativo en el momento en el que la familia Kim se ve amenazada cuando pierden el control y se ven huyendo de la mansión para no ser descubiertos por la familia Park, que vuelven de una excursión frustrada por culpa de una tormenta. El descenso por las numerosas escaleras y túneles que tienen que atravesar bajo la lluvia para llegar a casa se entiende como una derrota de la familia Kim a la hora de prosperar y progresar. Es el sabor amargo de la realidad tras haber experimentado durante un solo día lo que es vivir cómodamente.
Toda esta lluvia acaba desembocando en una inundación que afecta a las clases más bajas, y como no, acaba con una terrible inundación del semisótano de los Kim obligándolos a dejar su hogar. Este tipo de fenómenos de tormentas lluviosas son muy comunes en Corea del Sur y afecta a las personas que viven en semisótanos siendo las más perjudicadas. Una forma de denunciar y concienciar del problema que tienen los coreanos que se ven obligados a vivir en esas circunstancias tan precarias. Mientras que las clases más bajas sufrían la pérdida de sus hogares, en contraste, la familia Park lo vivió como un hecho casual, como si viviesen en otro mundo al margen de la sociedad contemplando la lluvia desde la comodidad del salón mientras practicaban sexo.
Los Kim perdieron su hogar esa noche y los Park perdieron una acampada de fin de semana.
LA MANSIÓN DE LA FAMILIA PARK
En este caso, el director Bong Joon hoo utiliza el mismo método para presentarnos a la familia Park a través de su vivienda y su entorno urbano. Cuando Ki Woo va a acudir a su entrevista de trabajo, sube por una pendiente en una zona residencial para llegar a la parte alta de la ciudad que es donde está la mansión. Otro manifiesto dirigido al espectador que nos dice que la familia Park pertenece a la clase alta, y que escalar hasta esa posición social puede costar lo suyo sobre todo cuando no has nacido con los recursos económicos necesarios.
La mansión es una elegante y lujosa vivienda de arquitectura minimalista diseñada específicamente para la película. Aunque parezca una construcción real donde se puede vivir, la realidad es que es un decorado. La vivienda, tal y como se nos presenta al principio, está formada por una planta superior donde están las habitaciones y baños de los huéspedes; una planta baja donde está la cocina, el salón y el patio delantero; y un sótano que hace la función de bodega y trastero. A diferencia de lo que vemos en el semisótano de la familia Kim, esta mansión es todo lo contrario, aportando una amplitud con sus ventanales de la planta baja y su jardín delantero transmitiendo una sensación de poder, libertad y una pureza en su atmósfera.
En su interior, estas características se ven igualmente reforzadas en su espacio y en los materiales de construcción empleados. La madera en en algunos muebles, conjuntado con el hormigón armado, el mármol, el aluminio, y el uso de los cristales, proporcionan un ambiente lujoso y cálido de un hogar de ensueños. Este tipo de recurso hace que en cierta manera sintamos una simpatía con la familia Park porque lo primero que nos suscita esa vivienda es <cómo me gustaría vivir en esa casa>; que es la sensación de fascinación que transmite Ki Woo al verla por primera vez.
La iluminación es un elemento importante en el cine, y la mansión se construyó para obtener ese objetivo. Tanto el director de la película Bong Joon-hoo, como el diseñador de arte Lee Ha Jun, y el director de fotografía Hong Kyung-Pyo, tuvieron en cuenta la posición del sol en el terreno a la hora de construir el set para lograr una luz natural en consonancia al tamaño de las ventanas, los espacios y la configuración de la casa. Aunque parezca insignificante, hasta el detalle de las ventanas en el salón de la casa de los Park y en el salón/comedor de la casa de los Kim, define muy bien las diferencias sociales debido a que el mundo exterior se ve desde distinta perspectiva.
EL BÚNKER
Durante la película se menciona en varias ocasiones por parte de la antigua asistenta de la casa, la señora Gwang, al arquitecto (ficticio) Namgoong Hyeonja. Es curioso que en una película se haga una mención especial al constructor de una casa, pero en este caso tiene una importancia crucial para esa mujer. Cuando uno ve la película varias veces, observa que el trato que se tiene con el arquitecto es como si fuese un antiguo Dios y la mansión su Creación, un lugar especial donde todos quieren estar cómodamente y donde uno se siente protegido. La mansión tiene un aire y genera un clima parecido a la película Mother! (2017) de Darren Aronofsky por la atmosfera propia que tiene.
El búnker aparece en escena cuando se revela que la antigua asistenta escondía desde hace años a su marido de unos acreedores que lo estaban buscando por deudas. La familia Park, siendo estos los propietarios, desconocían esta información. Otra metáfora dirigida a la Familia Park que desconoce que existe un -abajo- (un búnker/una clase social desfavorecida), ya que viven completamente aislados en su burbuja.
Desde que vemos las estrechas escaleras que descienden como un laberinto para acceder al búnker, se representa como un lugar que da miedo, porque la miseria no es un lugar agradable. Se ve decadente y agónico donde se puede apreciar la humedad en el ambiente. La oscuridad es lo natural, con tonalidades verdosas y grisáceas, mientras que la única luz que hay es la que proporciona la electricidad en puntos concretos del búnker.
En cierto momento de la película, el señor Kim le pregunta al ocupante cómo es posible que haya vivido durante años en un búnker, a lo que él le responde que uno se acostumbra, que hay gente que vive en semisótanos. Este diálogo es un manifiesto para reafirmar la posición social del señor Kim y las circunstancias injustas y precarias en las que vive su familia. Aunque uno viva en un semisótano y el otro en un búnker, lo cierto es que los dos están más cerca socialmente de lo que lo van a estar de la familia Park por muchas aspiraciones que tengan y por mucho que trabajen.
Al estar sumergidos en la película por la sorpresa y el suspense, uno se pregunta al principio, ¿por qué hay un búnker en esa casa? Pues el motivo se explica siendo obvio y lógico: por el conflicto nuclear que hay entre Corea del Norte y Corea del Sur. Un ejercicio simple para situarnos del problema político y social que hay entre las dos coreas que sigue presente desde la Guerra Fría. El hecho de poseer un búnker con todas las instalaciones operativas, no está al alcance de cualquiera.
Para terminar, siguiendo con las metáforas entre la arquitectura y la estratificación social que nos deja la película; si la mansión de los Park representa la clase alta (burguesía), y el semisótano de los Kim representa la clase baja (proletariado), el búnker y su ocupante (que vive en el subsuelo) representa en término marxista el lumpenproletariado. Este término se utiliza para designar a una clase social desfavorecida que está al margen o por debajo del proletariado (los Kim). Son aquellas personas que suelen ser mendigos, que viven al margen de la ley, que no tienen conciencia de clase, que tienen delitos y que en general, no aportan nada a la sociedad. Son los olvidados. Una de las muchas conclusiones que podemos recoger de la película es que habla de <el mito del hombre/mujer hecho así mismo>, la farsa de la meritocracia en un sistema que impone unas reglas de juego de competencia e individualismo.