El barrio valenciano de Orriols se ha convertido en una de las zonas más peligrosas de Valencia, al existir diferentes bandas que han «ocupado» la zona para delinquir, y denuncian que hay calles por donde no quieren pasar por miedo y comercios que por la tarde ya no abren porque «siempre hay broncas, gritos y peleas».
La portavoz de la plataforma Orriols en Lucha, María del Carmen Tarín, así lo ha anunciado tras una reyerta que se produjo este mismo miércoles, y en la que tres personas resultaron heridas por arma blanca.
La pelea se produjo por la tarde en la esquina de la calle San Juan de la Peña con Padre Viñas, y tras la intervención policial se incautaron varias armas blancas.
Joan Ribó asegura que «abordarán el problema»
La situación ha llegado a tal punto que el alcalde de València, Joan Ribó, ha considerado oportuno reunirse con los vecinos del barrio, para poner fin a la inseguridad que reina en sus calles desde hace ya tiempo, lo que le parece «muy lamentable».
La portavoz de Orriols en Lucha ha afirmado que los vecinos ya se temían que podía producirse una reyerta y así lo trasladaron a las autoridades. «Siempre que nos quejamos hacen estudios, ahora queremos actuaciones, después de tres meses la respuesta del Ayuntamiento ha sido cero«, ha lamentado.
Una pelea entre dos bandas
Según apuntan los vecinos, en Orriols se ha generado un clima multicultural y con una buena convivencia entre los vecinos, pero que en los últimos tiempos está llegando población «de alguna forma empujada de otros barrios que se han querido limpiar» a viviendas vacías que están en poder de los bancos y que han «ocupado».
Estas personas «se dedican a delinquir», se producen «broncas, gritos y peleas» y hacen «sus fiestas» dejando la basura en la vía pública, lo que impide a las familias migrantes y residentes disfrutar de los parques y las plazas.
«Parece que se respetan los derechos de los delincuentes pero no los de los vecinos»
Otros vecinos de la zona apuntan a que la convivencia siempre ha sido cordial en el barrio, pero que con la llegada de estos «delincuentes», la gente «tiene miedo porque tienen ocupada la barriada en plan vándalo, salvaje y criminal».
Para este vecino, es «una situación de terrorismo porque hay terror» y la Policía «dice que no puede actuar», y ha señalado que «parece que se respeten mucho los derechos constitucionales de los delincuentes pero no los de los vecinos».